12.2.08

Poleana - Poliana. Consideraciones técnicas.

Está por demás decir que utilizando dos dados se pueden obtener doce números diferentes, ya sea de manera directa o por suma. En los siguientes renglones se estudiará la probabilidad de obtener cada uno de ellos.

La probabilidad se define como el número de eventos favorables entre la totalidad de los eventos posibles. Sea P(i) la probabilidad de ocurrencia del número i, donde i = 1, 2,...,12. Entre más cercano sea este valor a uno, mayor factibilidad tiene de ocurrir.


Para obtener el número 1 se tienen dos eventos favorables (uno por dado) entre doce posibles (seis por dado). Entonces,

P(1)= (1+1)/(6+6)= 1/6

Sucede algo similar con el número 2; pero, además, existe la posibilidad de que salga doble 1, cuya suma es igual a dos. Esto remite a un evento condicional y se define como el producto de las dos probabilidades por seperado:

P(1|1) = 1/6*1/6 = 1/36 y se lee
"La probabilidad de 1 dado 1 es igual a...".

P(2')= P(2) + P(1|1) = 1/6 + 1/36 = 7/36

La apóstrofe se utiliza para diferenciarla de la probabilidad de obtener el número directo. A partir de ahora se omitirán los detalles y únicamente se expondrán las sumas.

P(3')= P(3) + P(1|2) + P(2|1) = 1/6 + 2*(1/36) = 2/9

P(4')= P(4) + P(1|3) + P(2|2) + P(3|1) = 1/6 + 3*(1/36) = 1/4

P(5')= P(5) + P(1|4) + P(2|3) + P(3|2) + P(4|1) = 1/6 + 4*(1/36) = 5/18

P(6')= P(6) + P(1|5) + P(2|4) + P(3|3) + P(4|2) + P(5|1) =
1/6 + 5*(1/36) = 11/36

No se necesita ser muy perspicaz para darse cuenta que, después del 6, el resto de los números no pueden salir de manera directa:

P(7)= P(1|6) + P(2|5) + P(3|4) + P(4|3) + P(5|2) + P(6|1) =
6*(1/36) =1/6

P(8)= P(2|6) + P(3|5) + P(4|4) + P(5|3) + P(6|2) = 5*(1/36) = 5/36

P(9)= P(3|6) + P(4|5) + P(5|4) + P(6|3)= 4*(1/36) = 1/9

P(10)= P(4|6) + P(5|5) + P(6|4) = 3*(1/36) = 1/12

P(11)= P(5|6) + P(6|5) = 2*(1/36) = 1/18

P(12)= P(6|6) = 1*(1/36) = 1/36

Para hacer todo lo anterior más representativo, se ordenerán los resultados de mayor a menor:

P(6')= 30.5556%

P(5')= 27.7778%

P(4')= 25.0000%

P(3')= 22.2222%

P(2')= 19.4444%

P(1')= 16.6667%

P(7)= 16.6667%

P(8)= 13.8889%

P(9)= 11.1111%

P(10)= 8.3333%

P(11)= 5.5556%

P(12)= 2.7778%

La diferencia entre cada valor precedente y procedente es siempre igual a 2.7778%.


Para nuestros fines, aterrizar las ideas estadísticas al juego de azar, resulta claro que el número seis tiene mayores probabilidades de ocurrir y ésta va decayendo, en estricto orden inverso, hasta el número 1. La probabilidad del uno y del siete son iguales; a partir de éste sigue disminuyendo, en estricto orden progresivo, hasta el último posible, 12.


Para hacer más explícito el análisis, y sin olvidar jamás que el estudio se aplica al juego de azar denominado "poleana" (o "poliana"), habría que indagar la probabilidad de habilitar una ficha para empezar a jugar, para "salir" en términos simples. Recordemos que esto sucede cuando los dados expresan de manera exacta múltiplos de 6 además del número 6 y 3. Las combinaciones son, entonces, 1 y 5, 2 y 4, 3 y 3, 6 y 3, 6 y 6 y viceversa. En términos matemáticos:

P(salir)= P(1|5) + P(2|4) + P(3|3) + P(4|2) + P(1|5) + P(6|6) +
P(3|6) + P(6|3) = 8*(1/36) = 2/9, o 22.2222%. Aproximadamente 1 de cada 5 tiros.

Si usted, fino y esporádico lector, no tiene ni la más remota idea de qué es la poleana (o poliana) y cómo se juega, sírvase desplazar unas líneas hacia abajao y encontrará una guía, superficial, de carácter genérico.

12.11.07

Poleana - Poliana

Reglas del juego de mesa conocido como Poleana (o Poliana)




Los orígenes de este entretenido juego son arcanos, al menos para gran parte de sus acérrimos u ocasionales seguidores. Es popular en las cárceles, en los billares y en los barrios bajos. Se trata de un tablero cuadrado con un boquete en el centro, donde se tiran los dados. Se requiere de cuatro jugadores y cuatro fichas por individuo.

Cada uno de los jugadores se distingue por un color. La finalidad consiste en avanzar sus cuatro fichas por las diferentes casillas hasta acomodarlas en su propia “casa”, dando una vuelta completa. Si alguna de ellas, por el implacable designio de los dados, cae en alguna casilla ocupada por la pieza de otro jugador, ésta última será regresada al inicio sin importar cuanto haya podido avanzar.

De inicio ninguna ficha puede propiamente avanzar. Para que esto suceda se requiere de ciertas combinaciones en los dados:

a) la primera sucede cuando la suma de ellos equivale a seis (5 y uno, tres y 3, dos y cuatro);
b) la segunda ocurre cuando los hexaedros indican 6 y 3, la ficha se coloca directamente en el 3 inmediato al color del jugador;
c) la tercera, y última, acontece cuando sale doble seis, en este caso se tienen dos alternativas: avanzar una ficha a la casilla marcada con el número seis o habilitar dos fichas para avanzar. El doble número, con seis o con cualquier otro, en los dados implica que el jugador repite el turno.

El par de dados con el que se juega posibilita variantes. Si uno tiene dos fichas fuera, por ejemplo, avanzará según sus propios intereses: puede mover todos los números con una sola ficha o repartirlas entre dos disponibles.

Cada lado del cuadrilátero está segmentado por una serie de números (de izquierda a derecha): del 10 al 14, una casilla sin número –con el color perteneciente al jugador - y del uno al nueve).



Existe una barrera natural para impedir que la pieza sea devuelta a su lugar de partida. Justo después del número 14, arriba de las celdas de color, empieza una nueva y reducida numeración. El interesado tiene la opción de irse por abajo y arriesgar su ficha o asegurar, al menos momentáneamente, su posición. El riesgo tiene un pago y este el tener que recorrer menos casillas que la ruta segura. Sin embargo, la posesión de las casillas superiores tiene una ventaja primordial y esta es la imposibilidad de ser rebasado una vez que uno es el primero en llegar. Los que vienen atrás pueden subirse también, pero nunca rebasar. Naturalmente, el jugador avezado mantendrá a raya al resto esperando el momento para dejarlos pasar o, por otro lado, si se coloca en el número uno de las celdas superiores, impedir que alguien más se suba.

Existe otra manera de impedir que la ficha sea devuelta y esta es empalmar dos fichas propias en la misma casilla.

Si el lector es observador notará que el número de la casilla nueve está de un color diferente. Eso significa que el individuo ubicado a la derecha del jugador rojo (por ejemplo), el azul, ha llegado a su “casa” después de haber recorrido todo el circuito. En el momento que la ficha azul se posa en el 9 de su color es imposible que sea devuelta.



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Algunos diarios publicaron en algún momento noticias referentes al tema que nos ocupa.



El Universal; 03 de abril de 2005


Claudia Bolaños


La "poleana" es un juego de mesa 100 por ciento canero, es decir, se inventó en una cárcel, de ahí su característica contienda: policías contra ladrones. Su origen a ciencia cierta no se sabe, para algunos internos proviene del palacio negro de Lecumberri, mientras que otros aseguran que fue en la penitenciaría de Santa Martha Acatitla, ubicada en Iztapalapa, en donde fue creado.



Sin embargo, cuenta Hazahel Ruiz Ortega, director general de Prevención y Readaptación Social del Distrito Federal, que según la historia, también se dice que la trajeron narcotraficantes de Colombia que fueron recluidos en la ciudad de México. En las calles poco o nada se sabe de este juego, sólo a través de aquellos ex convictos que la han introducido en sus comunidades, pero en los reclusorios varoniles capitalinos, todos los internos la conocen y la juegan y es uno de sus pasatiempos favoritos. Incluso, detrás de las rejas se hacen competencia, torneos o se cruzan apuestas.



Uno de los expertos en este tablero es Porfirio Ortiz Martínez, quien por el delito de robo de vehículos ha permanecido a la sombra durante 14 años.
No sólo sabe mover bien las fichas sino que hace poleanas en madera, las cuales van desde los 150 hasta mil 200 pesos, todo depende si es fino el material, si va barnizado, si es para cuatro o seis jugadores y si es cuadrada o redonda.



Su tablero asemeja una cárcel y son los dados los que indican el número de casillas que avanza el jugador, quién debe de cuidarse para no caer en una de ellas, que es donde se encuentra la policía, quien hace retroceder totalmente al ladrón. Las autoridades penitenciarias también se han contagiado del gusto por este pasatiempo, con el cual, miles de presos, literalmente, matan el tiempo encerrados.



http://www2.eluniversal.com.mx/pls/impreso/noticia.html?id_nota=67174&tabla=ciudad



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Crónica. 24 de Diciembre de 2004


Alejadra Sánchez


Tepito, las apuestas y el intercambio de drogas han tomado forma de juego de mesa. Los ladrones, traficantes y hasta sicarios del barrio, además de niños y jóvenes se divierten con la Poliana, una especie de pasatiempo que, aseguran, les fue heredado de los ex presidiarios que, instruidos por colombianos, aprendieron a jugarlo en las cárceles mexicanas.


El Juancho, un conocido delincuente de la calle de Toltecas lanza emocionado los dados. Reza porque le salga un doble seis para poder salir de las casillas verdes que eligió para jugar. Pero no tiene suerte. El Maris, uno de sus contrincantes, lleva la delantera: ha sacado sus fichas amarillas de las casillas y busca darle la vuelta al tablero para regresarlas a su lugar y poder ganar. (Alejandra Sánchez )A punto de perder diez grapas de cocaína, El Marquís acaricia los dados, los encierra en su puño y sopla. ¡Doble seis! Avanza su primera ficha, pero parece que no alcanzará a Maris. Alrededor, cinco chiquillos miran y auguran quién será el vencedor.


De manufactura casera, en la Poliana se han generado rivalidades a muerte. De hecho, platica El Maris, “El Juancho ya mató a dos que no le quisieron pagar las grapas que apostaron”. Es una especie de parkasé (o parchís), originario de la cárcel en Colombia, pero que se ha extendido por todo el continente y ahora en los barrios de alta delincuencia del Distrito Federal se divierten con él. “El Caro Quintero era de los mejores jugadores, así conseguía droga y dinero, todo lo que quería”, cuenta Gustavo, un carterista que espera a que alguien pierda para poder integrarse al juego, en torno al cual se han generado también muchos mitos. Su hermano Tomás tiene ocho años y le ha pedido que le haga un tablero de Poliana para poder llevárselo a la primaria y apostar con sus amigos. “Yo soy buenísimo jugando, nadie me gana, por eso quiero llevarlo con mis cuates para quitarles su varo”, sueña Tomás en voz alta. Pero su problema es que no sabe fabricar el tablero de triplay, que no se puede conseguir en ningún centro comercial, por lo que le ruega a “Tavo” que se lo regale de Navidad.


Es de madera y su tamaño varía. Algunos se esmeran y lo hacen lucir como profesional, mientras que otros sólo marcan las casillas con una pluma, pero una vez terminado, siempre le aplican barniz de spray para fijar los colores y los números. Sólo se cuenta hasta el número 14 y pueden jugar hasta cuatro jugadores en cada color: rojo, azul, verde y amarillo. En medio hay un hueco donde se lanzan los dados para ver cuántas casillas puede avanzar cada jugador. El primero en regresar a su color gana. No es complicado, pero los participantes tardan hasta tres horas en cada partido.


—Ya tírale, urge El Marquís a Juancho, quien se toma su tiempo para “bendecir” los dados y lograr que salga un buen número la próxima tirada. —Aguanta vara carnal, yo no te digo nada cuando la armas tanto de pedo para tirar —responde airado Juacho. A Maris es a quien le faltan sólo dos fichas para llenar las casillas de su color y llevarse toda la apuesta. Ramón, el cuarto integrante, ya quedó muy atrás en la partida por lo que prefiere guardar silencio y mantiene en la boca un cigarro sin filtro que se ha olvidado de encender. Cien pesos y diez grapas de cocaína han retenido a estos cuatro jóvenes por más de dos horas. Llevan desde las seis de la tarde y el juego todavía no termina. —Mejor la dejamos para mañana ya me tengo que ir, dice Juancho con ánimo de no perder. Pero Maris a punto de ganar se niega a parar. Y lo toma del hombro para que no se levante de la caja de refrescos que usa como silla. —¿No tienes con qué pagar o que? —le pregunta. —Ahorita no, por eso te digo que mañana para que te pague, al fin que ya ganaste. Se hacen de palabras hasta que El Marquís entra en la discusión. —Yo te presto pero ya hay que acabar —le dice a Juancho. —Orale pues sigamos. A los 15 minutos El Maris gana con sus ocho fichas hechas de plastilina que ya están en su lugar, entonces toma la droga el dinero y se va. Otros cuatro jugadores, incluyendo a Tavo, toman el tablero y empiezan otro juego.


http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=159751




5.9.07

Penélope

Después de la crisis por la ausencia de Ulises, se sentó junto a la ventana como todas las tardes a tejer ilusiones; los paisajes nuevos y desconocidos empezaron a poblar su mente; Ulises se acercó por el camino polvoriento de la tarde... Al fin había vuelto, traía el olvido y la desesperanza tatuados en el rostro frío e inexpresivo.

Ulises la tomó entre sus brazos, la recostó suavemente sobre el diván y de su garganta brotó lenta una cadencia que transportó e hizo sonreir a Penélope

-"Ya está tranquila, quítenle la camisa de fuerza".


Alicia Uzcanga Lavalle

24.8.07

Hijo de Satanás

Libro que comprende una buena cantidad de relatos cortos. Gran parte de ellos tienen que ver con la propia vida del escritor más soez de los últimos tiempos.

Los cuentos versan sobre vagabundos, alcohólicos, carreras de caballos, asesinos, deportistas, artistas, profesores acosadores y hasta gente que puede volar. Particularmente creo que "Vida de un vagabundo" es uno de los cuentos más bellos que he leído. Está, como todo lo que escribió Chinaski, lleno de agudezas y de frases profundas escondidas en la cotidianeidad y en la bajeza de sus protagonistas .

No voy a reseñar los cuentos porque no tendría ningún caso. Es mejor decir que Bukowski vivió como vagabando, trabajó de cartero, matancero, apostador... siempre alcoholizado, siempre rechazado por los editores y todo ello se expresa en su literatura. A veces es vulgar y escatológico, a veces muy sensible y otras es muy divertido.

Existe una entrevista subida en you.tube. Es increíble que una persona como él sea tan amble y delicado para hablar, sobre todo cuando los títulos de sus libros son algo así como música de cañerías, escritos de un viejo indecente, el amor es un perro infernal, la máquina de follar, lo que más me gusta es rascarme los sobacos...

Naranja Mecánica.1962.

Anthony Burgess
Acabo de videar este libro, oh hermanitos míos, y es realmente joroschó. Stanley Kubrick se basó en este libro para realizar la película en 1971. Gran parte del conocimiento popular de la obra viene de él y no del autor original. Por partes.
Naranja Mecánica es un juego de palabras construida por raíces malayas y londinenses. A lo que en realidad remonta el término es a la pérdida de voluntad de ciertos individuos impulsada por el Estado (Algo natural –de libre albedrío- contaminado por la predeterminación autómata impuesta por los gobernantes). Se trata de una distopía (esta palabreja sólo es lo opuesto a utopía) en la lejana década de los noventa donde existen múltiples bandas de adolescentes dedicados a cometer toda clase de felonías (golpizas, atracos, violaciones, asesinatos…) sin ninguna razón lógica. Todo es porque sí.
A grandes rasgos, Alex es el jefe de una de estas pandillas. El y sus drugos (amigos) se dedican cada noche a golpear salvajemente a ancianos y a mujeres. En una de sus andanzas golpean a un escritor, opuesto al régimen totalitario que impera, y violan a su mujer; al día siguiente él mismo mata a una mujer mayor con una estatua de plata. Es llevado a la cárcel donde le es implementada una técnica de lavado de cerebro; la finalidad es que le repugne la violencia o el deseo sexual. Pero no es cambio de conducta en sí, es sólo un acto reflejo impuesto: sigue teniendo el mismo impulso criminal, pero ahora ya no puede ponerlo en práctica porque alguna razón fisiológica se lo impide.
El relato es muy entretenido aunque se ve enturbiado por una jerga incomprensible. Se trata de palabras de origen ruso utilizadas por las pandillas urbanas:-“Fragmentos de una vieja jerga…algunas palabras gitanas. Pero la mayoría son eslavas. Propaganda. Penetración subliminal”-dice el Dr. Brodsky.
El tema central es el duro trance de la juventud a la madurez. En el excluido capítulo 21, podemos leer las reflexiones de Alex sobre la vida, sobre la posibilidad de tener hijos y esposa; de convertirse en una persona vieja y aburrida, lo que siempre odió.La novela es fuerte en algunos momentos. Muy violenta y cruda. Alex comete sus fechorías a los 15 años, tiene relaciones sexuales con niñas de 10. Como mucha de la literatura de los sesenta y setenta, está plagada de referencias al estado policial que se vivía en el sistema socialista y la influencia que de una u otra manera tenía en el otro lado del planeta. El lenguaje, el modus vivendi, el Estado autoritario, la adoración por el trabajo…
Fue un hecho tremendamente trágico el vivido por Burgess en 1944. Su esposa fue ultrajada por cuatro despreciables soldados. Lo más funesto del incidente es que ella estaba embarazada, perdió el producto y paulatinamente murió. El escritor inglés, en un acto heroico, rememora el hecho al representarse a sí mismo y a su mujer en la novela. No descarga su ira contra nadie, en “Naranja mecánica” justifica, de cierta manera, las actitudes destructivas de los adolescentes; comprende que todo es producto de la edad, y que es un proceso natural comportarse como un animal. Lo dice en las palabras de Alex, “ser joven es ser como uno de esos juguetes de hojalata que venden en la calle, que caminan en línea recta y tropiezan contra las cosas, no pueden evitar lo que hacen”.
De la película todo se ha dicho ya. Es notable. Pero como siempre sucede en estos casos el escritor no quedó conforme con la adaptación cinematográfica. A veces decía frases que mostraban su aborrecimiento por Kubrick. Desde mi perspectiva, la película es fenomenal; muy cercana a la novela salvo en los pequeños detalles. Las principales diferencias son las edades notablemente dispares en relación a los personajes del libro (Alex y sus drugos rondan los 28 años, seguramente para suavizar un poco la trama) y la exclusión del mítico capítulo 21 donde toda la historia adquiere un giro radical. La ambientación y la atmósfera creada por Kubrick son memorables. Escenas inmortales en la historia del cine vienen de esta película (Alex tomando leche en el bar Korova, él y el resto en el Durango 95, la técnica Ludovik y la imposibilidad de cerrar los ojos…) Grandes recuerdos me vienen a la mente cuando pienso en la enferma actuación de McDowell. Un parteaguas en la cinematografía mundial.

21.8.07

La extinción. (The end of the line). 1964.


Chad Oliver

Cuento de ciencia ficción ambientado y motivado por la paranoia atómica después de la Segunda Guerra Mundial. La idea central gira en torno a la inevitable extinción de la raza humana. El cambio en la forma de vida, la complicación cotidiana, la modificación de las costumbres y la percepción sobre la familia son los factores sociales que desencadenan el decaimiento en la tasa natalidad. Por otra parte, el abuso hormonal proveniente de los anticonceptivos y las nefastas consecuencias de una guerra atómica han provocado también que los seres humanos sean incapaces de concebir. Lo social y lo biológico predestinan a la humanidad a fenecer.

Las ciudades son entes aislados del mundo exterior. Casi nadie ha salido de sus paredes o edificios. Existe un total aislamiento y total desconocimiento de la naturaleza misma. Sin embargo, los seres humanos sienten nostalgia por criar. En algún momento existieron niños de laboratorio que al desarrollar cierta edad fueron entregados a algunas familias afortunadas, pero por mucho vivían dos años.

A las afueras de la ciudad existen tribus salvajes, con ritos paganos, suciedad, nula cultura o conocimiento científico. Earl Stuart emprende un grupo armado con la finalidad de capturar infantes de esos atrasados clanes y venderlos a la gente de la ciudad a través del mercado negro. Lo que ignora es que ese retiro no es casual y todo es producto de un experimento con el objetivo de lograr el renacimiento de la especie humana.

En general, el cuento tiene una historia más o menos interesante y el autor imprime buen ritmo a la narración. Es entretenido y es el tipo de lectura que uno no puede dejar de leer hasta que lo acaba. Sin embargo, adolece de lo mismo que gran parte de la ciencia ficción hasta antes de los años setenta: la trama se sostiene débilmente. Las razones por las cuales el hombre se encuentra en tan penosa situación son un poco forzadas y cuentan con nula base científica. El autor no logra ahondar en sus argumentos y precisamente por ello no está del todo acabado.

A pesar de todo, es ameno y resulta interesante observarlo desde una perspectiva muy posterior a su publicación. Es el pretexto ideal para evidenciar la evolución del género.

[El cuento proviene de “Ciencia ficción. Tercera selección”. Antología de Editorial Bruguera. 1971. Edición al español por F. Corripio y J. Piñeiro]

25.7.07

31 momentos inmortales en la historia del beisbol

1905 - Christy Mathewson tira tres juegos completos y blanquea a los Atléticos de Filadelfia en los tres, conduciendo a los Gigantes de Nueva York a una victoria por 4-1 en Serie Mundial.

1920 - Los Medias Rojas de Boston venden a Babe Ruth a los Yanquis.

1934 - Carl Hubbell, de los Gigantes de Nueva York, poncha en forma sucesiva a Babe Ruth, Lou Gehrig, Jimmie Foxx, Al Simmons y Joe Cronin en la primera y segunda entradas del Juego de Estrellas.

1938 - Johnny Vander Meer, de los Rojos de Cincinnati, lanza los únicos juegos sin hit consecutivos en la historia de la pelota, ante los Bravos de Boston y los Dodgers de Brooklyn.

1939 - La emocionante despedida de Lou Gehrig, de los Yanquis de Nueva York.

1941 - Joe DiMaggio, de los Yanquis, impone un récord de 56 partidos seguidos con hit que todavía perdura.

1941 - Ted Williams, de Medias Rojas de Boston, termina la temporada con promedio de 406. Nadie volvió a batear por encima de 400.

1947 - Jackie Robinson se incorpora a los Dodgers de Brooklyn y pasa a ser el primer pelotero de raza negra admitido en las mayores.

1951 - Bobby Thomson pega un jonrón con dos a bordo y dos out en la novena que le da a los Gigantes de Nueva York una victoria por 5-4 ante los Dodgers de Brooklyn y el banderín de la Liga Nacional.

1954 - La espectacular atrapada de Willie Mays, de espaldas a la pelota, en lo profundo del jardín central, en la octava entrada ante una línea de Vic Wertz, que preserva un empate 2-2 en el primer juego de la Serie Mundial.

1956 - Don Larsen tira el único juego perfecto en la historia de la serie mundial, ayudando a que los Yanquis derroten a los Dodgers de Brooklyn en siete partidos.

1960 - Un jonrón de Bill Mazeroski abriendo la parte baja de la novena rompe un empate 9-9 y da a los Piratas de Pittsburgh una victoria sobre los Yanquis en el séptimo juego de la serie mundial.

1961 - Roger Maris, de los Yanquis, pega 61 jonrones y supera la marca de 60 que tenía Babe Ruth. Impuso la marca en el último juego de la temporada, con un cuadrangular en el cuarto inning contra Tracy Stallard, que dio a los Yanquis un triunfo 1-0 sobre Boston.

1971 - Satchel Paige pasa a ser el primer pelotero de raza negra elevado al Salón de la Fama.

1972 - Roberto Clemente, de los Piratas de Pittsburgh, pega un doble contra Jon Matlack, de los Mets, en el último juego de la temporada y alcanza la marca de 3.000 imparables. El puertorriqueño falleció poco después en un accidente aéreo.

1974 - Hank Aaron, de Atlanta, supera la marca de 714 jonrones que tenía Babe Ruth. Aaron pegó su cuadrangular número 715 con dos hombres a bordo, en la cuarta entrada, contra Al Downing, y los Bravos ganaron 7-4.

1975 - Carlton Fisk, de los Medias Rojas, abre la parte baja de la 12da con un jonrón en el que la pelota pega en el poste de foul del jardín izquierdo del Fenway Park en el sexto juego de la Serie Mundial y da a Boston una victoria por 7-6 sobre los Rojos de Cincinnati.

1977 - Reggie Jackson pega jonrones en tres turnos consecutivos durante el sexto juego de la Serie Mundial. Los Yanquis ganan 8-4 a los Dodgers y se coronan campeones.

1985 - Pete Rose, de los Rojos de Cincinnati, pega un sencillo contra Eric Show, de los Padres de San Diego, en la primera entrada, y supera el récord histórico de 4.191 hits de Ty Cobb.

1986 - Los Mets de Nueva York ganan la serie mundial luego de adjudicarse el sexto y séptimo partidos de su serie con los Medias Rojas de Boston.

1988 - Pese a estar lesionado, Kirk Gibson pega un jonrón como emergente contra Dennis Eckersley con dos out en la parte baja de la novena y le da a los Dodgers un triunfo 5-4 sobre Oakland en el primer juego de la serie mundial. Los Dodgers terminaron ganado la serie en cinco juegos.

1991 - Rickey Henderson, de Oakland, se roba la tercera base contra los Yanquis y supera el récord de estafas de 939 que tenía Lou Brock.

1991 - Nolan Ryan lanza su séptimo juego sin hit, conduciendo a los Rangers a un triunfo 3-0 sobre los Azulejos.

1991 - Jack Morris lanza diez entradas en blanco y conduce a los Mellizos de Minnesota a una victoria sobre los Bravos de Atlanta en el séptimo juego de la serie mundial.

1993 - Joe Carter pega un jonrón de tres carreras contra el relevista de los Filis Mitch Williams en la parte baja de la novena y le da a los Azulejos una victoria por 8-6 en el sexto juego y su segunda Serie Mundial seguida.

1995 - Cal Ripken, de los Orioles, juega su partido número 2.131 seguido y supera la marca de Lou Gehrig.

1998 - Mark McGwire (Cardenales) y Samuel Sosa (Cachorros) superan ambos el récord de jonrones de Roger Maris. McGwire ganó su duelo con el dominicano al terminar la temporada con 70 cuadrangulares. Sosa conectó 66.

2001 - Barry Bonds fija un nuevo récord de jonrones al sacarla 73 veces del parque.

2003-Steve Bartman roba una pelota en terreno de foul a Moisés Alou e impide concretar el out número 23 del sexto juego de la serie por el Título del Viejo Circuito. En uno de los sucesos más desafortunados que se hayan podido capturar en video, un residente de Chicago, y fanático de los Cachorros, se anticipó al jardinero izquierdo de dicho equipo y literalmente le quitó la bola del guante para que, lo que iba a ser un claro out, se convirtiera en sólo una pelota de foul; justo ese día se cumplía el 95 aniversario del último título de serie mundial de los cachorros (1908). Los reclamos y el alboroto cortaron el juego por algunos minutos. Chicago estaba al frente tres a cero, pero a partir de ese momento vinieron ocho carreras seguidas de Florida con lo que la serie se empató a tres . El séptimo fue ganado nuevamente por los Marlins que, paulatinamente, se impondrían a los Yankees en la Serie Mundial. Los Cachorros no han aparecido en Serie Mundial desde 1945. Bartman fue duramente vejado en su ciudad y el alcalde de Miami ofreció una atenta invitación para que se mudara a su entidad. Los Cachorros de Chicago tienen la sequía más grande, en años, sin ganar un título en las Grandes Ligas.

2004-Boston gana la serie mundial por primera vez desde 1918. 86 años atrás habían vencido a los Cachorros de Chicago 4 juegos a dos; con este triunfo se rompió la bien llamada maldición de Babe Ruth. El camino hacia la gloria no pudo haber sido más memorable: en la serie por el banderín de la Liga Americana estaban abajo 3 juegos a cero y, en uno de los acontecimientos más heroicos en la historia del deporte, remontaron los cuatro duelos restantes para imponerse al odiado rival, los Yankees de Nueva York. Ya en la serie mundial todo fue mucho más sencillo y barrieron a los Cardenales de San Luis. Anterior a esta, cuatro series mundiales habían jugado los patirrojos (1946 y 1967 contra San Luis, 1975, contra Cincinnati y 1986, contra Nueva York -mets-) sin conocer la victoria. Además de la de 2004 y 1918, Boston ha ganado las series mundiales de 1903, contra Piratas de Pittsburhg, 1912, contra Gigantes de Nueva York, 1915, cotra Philies de Philadelphia, y 1916, contra los Dodgers de Brooklyn.

2005-Los medias blancas de Chicago ganan la Serie Mundial con lo que se cortó la segunda peor racha sin obtener el título de la gran carpa. Los patipálidos habían ganado únicamente las series mundiales de 1906, contra los Cachorros, y 1917, contra los Gigantes de Nueva York. En esta ocasión, al mando de Oswaldo Guillén, vencieron a los Astros de Houston por 4 juegos a cero.

12.7.07

Una carroña. Charles Baudelaire

Recuerda lo que vimos, alma mía,
esa mañana de verano tan dulce:
a la vuelta de un sendero una carroña infame
en un lecho sembrado de guijarros,

con las piernas al aire, como una mujer lúbrica,
ardiente y sudando los venenos
abría de un modo negligente y cínico
su vientre lleno de exhalaciones.

El sol brillaba sobre esta podredumbre,
como para cocerla en su punto,
y devolver ciento por uno a la gran Naturaleza
todo lo que en su momento había unido;

y el cielo miraba el espléndido esqueleto
como flor que se abre.
Tan fuerte era el hedor que tú, en la hierba
creíste desmayarte.

Zumbaban las moscas sobre este vientre pútrido
del cual salían negros batallones
de larvas que manaban como un líquido espeso
por aquellos vivientes andrajos.

Todo aquello descendía y subía como una ola,
o se lanzaba chispeante
se hubiera dicho que el cuerpo, hinchado por un aliento vago,
vivía y se multiplicaba.

Y este mundo producía una música extraña
como el agua que corre y el viento
o el grano que un ahechador con movimiento rítmico
agita y voltea con su criba.

Las formas se borraban y no eran más que un sueño,
un esbozo tardo en aparecer
en la tela olvidada, y que el artista acaba
sólo de memoria.

Detrás de las rocas una perra inquieta
nos miraba con ojos enfadados,
espiando el momento de recuperar en el esqueleto
el trozo que había soltado.

Y, sin embargo, tú serás igual que esta basura,
que esta horrible infección,
¡estrella de mis ojos, sol de mi naturaleza,
tú, mi ángel y mi pasión!

¡Sí! tal tú serás, oh reina de las gracias,
después de los últimos sacramentos,
cuando vayas, bajo la hierba y las fértiles florescencias,
a enmohecer entre las osamentas.

Entonces, oh belleza mía, di a los gusanos
que te comerán a besos,
¡que he guardado la forma y la esencia divina
De mis amores descompuestos!