25.7.07

31 momentos inmortales en la historia del beisbol

1905 - Christy Mathewson tira tres juegos completos y blanquea a los Atléticos de Filadelfia en los tres, conduciendo a los Gigantes de Nueva York a una victoria por 4-1 en Serie Mundial.

1920 - Los Medias Rojas de Boston venden a Babe Ruth a los Yanquis.

1934 - Carl Hubbell, de los Gigantes de Nueva York, poncha en forma sucesiva a Babe Ruth, Lou Gehrig, Jimmie Foxx, Al Simmons y Joe Cronin en la primera y segunda entradas del Juego de Estrellas.

1938 - Johnny Vander Meer, de los Rojos de Cincinnati, lanza los únicos juegos sin hit consecutivos en la historia de la pelota, ante los Bravos de Boston y los Dodgers de Brooklyn.

1939 - La emocionante despedida de Lou Gehrig, de los Yanquis de Nueva York.

1941 - Joe DiMaggio, de los Yanquis, impone un récord de 56 partidos seguidos con hit que todavía perdura.

1941 - Ted Williams, de Medias Rojas de Boston, termina la temporada con promedio de 406. Nadie volvió a batear por encima de 400.

1947 - Jackie Robinson se incorpora a los Dodgers de Brooklyn y pasa a ser el primer pelotero de raza negra admitido en las mayores.

1951 - Bobby Thomson pega un jonrón con dos a bordo y dos out en la novena que le da a los Gigantes de Nueva York una victoria por 5-4 ante los Dodgers de Brooklyn y el banderín de la Liga Nacional.

1954 - La espectacular atrapada de Willie Mays, de espaldas a la pelota, en lo profundo del jardín central, en la octava entrada ante una línea de Vic Wertz, que preserva un empate 2-2 en el primer juego de la Serie Mundial.

1956 - Don Larsen tira el único juego perfecto en la historia de la serie mundial, ayudando a que los Yanquis derroten a los Dodgers de Brooklyn en siete partidos.

1960 - Un jonrón de Bill Mazeroski abriendo la parte baja de la novena rompe un empate 9-9 y da a los Piratas de Pittsburgh una victoria sobre los Yanquis en el séptimo juego de la serie mundial.

1961 - Roger Maris, de los Yanquis, pega 61 jonrones y supera la marca de 60 que tenía Babe Ruth. Impuso la marca en el último juego de la temporada, con un cuadrangular en el cuarto inning contra Tracy Stallard, que dio a los Yanquis un triunfo 1-0 sobre Boston.

1971 - Satchel Paige pasa a ser el primer pelotero de raza negra elevado al Salón de la Fama.

1972 - Roberto Clemente, de los Piratas de Pittsburgh, pega un doble contra Jon Matlack, de los Mets, en el último juego de la temporada y alcanza la marca de 3.000 imparables. El puertorriqueño falleció poco después en un accidente aéreo.

1974 - Hank Aaron, de Atlanta, supera la marca de 714 jonrones que tenía Babe Ruth. Aaron pegó su cuadrangular número 715 con dos hombres a bordo, en la cuarta entrada, contra Al Downing, y los Bravos ganaron 7-4.

1975 - Carlton Fisk, de los Medias Rojas, abre la parte baja de la 12da con un jonrón en el que la pelota pega en el poste de foul del jardín izquierdo del Fenway Park en el sexto juego de la Serie Mundial y da a Boston una victoria por 7-6 sobre los Rojos de Cincinnati.

1977 - Reggie Jackson pega jonrones en tres turnos consecutivos durante el sexto juego de la Serie Mundial. Los Yanquis ganan 8-4 a los Dodgers y se coronan campeones.

1985 - Pete Rose, de los Rojos de Cincinnati, pega un sencillo contra Eric Show, de los Padres de San Diego, en la primera entrada, y supera el récord histórico de 4.191 hits de Ty Cobb.

1986 - Los Mets de Nueva York ganan la serie mundial luego de adjudicarse el sexto y séptimo partidos de su serie con los Medias Rojas de Boston.

1988 - Pese a estar lesionado, Kirk Gibson pega un jonrón como emergente contra Dennis Eckersley con dos out en la parte baja de la novena y le da a los Dodgers un triunfo 5-4 sobre Oakland en el primer juego de la serie mundial. Los Dodgers terminaron ganado la serie en cinco juegos.

1991 - Rickey Henderson, de Oakland, se roba la tercera base contra los Yanquis y supera el récord de estafas de 939 que tenía Lou Brock.

1991 - Nolan Ryan lanza su séptimo juego sin hit, conduciendo a los Rangers a un triunfo 3-0 sobre los Azulejos.

1991 - Jack Morris lanza diez entradas en blanco y conduce a los Mellizos de Minnesota a una victoria sobre los Bravos de Atlanta en el séptimo juego de la serie mundial.

1993 - Joe Carter pega un jonrón de tres carreras contra el relevista de los Filis Mitch Williams en la parte baja de la novena y le da a los Azulejos una victoria por 8-6 en el sexto juego y su segunda Serie Mundial seguida.

1995 - Cal Ripken, de los Orioles, juega su partido número 2.131 seguido y supera la marca de Lou Gehrig.

1998 - Mark McGwire (Cardenales) y Samuel Sosa (Cachorros) superan ambos el récord de jonrones de Roger Maris. McGwire ganó su duelo con el dominicano al terminar la temporada con 70 cuadrangulares. Sosa conectó 66.

2001 - Barry Bonds fija un nuevo récord de jonrones al sacarla 73 veces del parque.

2003-Steve Bartman roba una pelota en terreno de foul a Moisés Alou e impide concretar el out número 23 del sexto juego de la serie por el Título del Viejo Circuito. En uno de los sucesos más desafortunados que se hayan podido capturar en video, un residente de Chicago, y fanático de los Cachorros, se anticipó al jardinero izquierdo de dicho equipo y literalmente le quitó la bola del guante para que, lo que iba a ser un claro out, se convirtiera en sólo una pelota de foul; justo ese día se cumplía el 95 aniversario del último título de serie mundial de los cachorros (1908). Los reclamos y el alboroto cortaron el juego por algunos minutos. Chicago estaba al frente tres a cero, pero a partir de ese momento vinieron ocho carreras seguidas de Florida con lo que la serie se empató a tres . El séptimo fue ganado nuevamente por los Marlins que, paulatinamente, se impondrían a los Yankees en la Serie Mundial. Los Cachorros no han aparecido en Serie Mundial desde 1945. Bartman fue duramente vejado en su ciudad y el alcalde de Miami ofreció una atenta invitación para que se mudara a su entidad. Los Cachorros de Chicago tienen la sequía más grande, en años, sin ganar un título en las Grandes Ligas.

2004-Boston gana la serie mundial por primera vez desde 1918. 86 años atrás habían vencido a los Cachorros de Chicago 4 juegos a dos; con este triunfo se rompió la bien llamada maldición de Babe Ruth. El camino hacia la gloria no pudo haber sido más memorable: en la serie por el banderín de la Liga Americana estaban abajo 3 juegos a cero y, en uno de los acontecimientos más heroicos en la historia del deporte, remontaron los cuatro duelos restantes para imponerse al odiado rival, los Yankees de Nueva York. Ya en la serie mundial todo fue mucho más sencillo y barrieron a los Cardenales de San Luis. Anterior a esta, cuatro series mundiales habían jugado los patirrojos (1946 y 1967 contra San Luis, 1975, contra Cincinnati y 1986, contra Nueva York -mets-) sin conocer la victoria. Además de la de 2004 y 1918, Boston ha ganado las series mundiales de 1903, contra Piratas de Pittsburhg, 1912, contra Gigantes de Nueva York, 1915, cotra Philies de Philadelphia, y 1916, contra los Dodgers de Brooklyn.

2005-Los medias blancas de Chicago ganan la Serie Mundial con lo que se cortó la segunda peor racha sin obtener el título de la gran carpa. Los patipálidos habían ganado únicamente las series mundiales de 1906, contra los Cachorros, y 1917, contra los Gigantes de Nueva York. En esta ocasión, al mando de Oswaldo Guillén, vencieron a los Astros de Houston por 4 juegos a cero.

12.7.07

Una carroña. Charles Baudelaire

Recuerda lo que vimos, alma mía,
esa mañana de verano tan dulce:
a la vuelta de un sendero una carroña infame
en un lecho sembrado de guijarros,

con las piernas al aire, como una mujer lúbrica,
ardiente y sudando los venenos
abría de un modo negligente y cínico
su vientre lleno de exhalaciones.

El sol brillaba sobre esta podredumbre,
como para cocerla en su punto,
y devolver ciento por uno a la gran Naturaleza
todo lo que en su momento había unido;

y el cielo miraba el espléndido esqueleto
como flor que se abre.
Tan fuerte era el hedor que tú, en la hierba
creíste desmayarte.

Zumbaban las moscas sobre este vientre pútrido
del cual salían negros batallones
de larvas que manaban como un líquido espeso
por aquellos vivientes andrajos.

Todo aquello descendía y subía como una ola,
o se lanzaba chispeante
se hubiera dicho que el cuerpo, hinchado por un aliento vago,
vivía y se multiplicaba.

Y este mundo producía una música extraña
como el agua que corre y el viento
o el grano que un ahechador con movimiento rítmico
agita y voltea con su criba.

Las formas se borraban y no eran más que un sueño,
un esbozo tardo en aparecer
en la tela olvidada, y que el artista acaba
sólo de memoria.

Detrás de las rocas una perra inquieta
nos miraba con ojos enfadados,
espiando el momento de recuperar en el esqueleto
el trozo que había soltado.

Y, sin embargo, tú serás igual que esta basura,
que esta horrible infección,
¡estrella de mis ojos, sol de mi naturaleza,
tú, mi ángel y mi pasión!

¡Sí! tal tú serás, oh reina de las gracias,
después de los últimos sacramentos,
cuando vayas, bajo la hierba y las fértiles florescencias,
a enmohecer entre las osamentas.

Entonces, oh belleza mía, di a los gusanos
que te comerán a besos,
¡que he guardado la forma y la esencia divina
De mis amores descompuestos!

5.7.07

Fahrenheit 451.1953.

Ray Bradbury

Es considerado uno de los libros más relevantes de los últimos tiempos. Bradbury narra una sociedad insensible, obtusa, estúpida pero excesivamente tecnificada. La carga de trabajo, la rapidez con la que se vive y la necesidad imperiosa de consumir transforman a la humanidad en una masa uniforme, sin pensamientos, sin ideas y sin alma.

La novela es ampliamente conocida porque cuenta cómo los bomberos han evolucionado de los combatientes del fuego actuales a incendiarios, de libros, en el futuro. Uno de ellos es el personaje principal, su nombre es Montag y tiene una esposa obsesionada con sus tres pantallas panorámicas de televisión, los cuales recrean seres vivos para conversar (los parientes).

En el fondo Montag siempre fue una persona diferente a la caterva, pero el sistema lo abstrajo de su condición de ser pensante; ésta fue recuperada cuando conoció a una jovencita llamada Clarisse, un verdadero bicho raro que no encaja en esa sociedad: conversa con su familia, se divierte, es sociable, le gusta caminar y observar la naturaleza. La muchacha despierta en él la alegría de vivir y la curiosidad. A la postre, Clarisse sería asesinada, como muchas otras personas, por un conductor que marchaba a exceso de velocidad.

Leer está prohibido. Cuando alguien es descubierto con libros es objeto de quema. El jefe de Montag, Beatty, es un personaje increíblemente culto y un lector consumado. En una visita que realiza a su casa explica el proceso que derivó en este periodo oscurantista: “En cierta época los libros atraían a alguna gente. Podrían permitirse ser diferentes. El mundo era ancho. Pero luego el mundo se lleno de ojos, de codos y de bocas… Filmes y radios, revistas, libros fueron adquiriendo un bajo nivel, una especie de vulgar uniformidad… Los clásicos reducidos a una emisión radiofónica de quince minutos…La mente del hombre gira tan aprisa a impulsos de los editores, explotadores, locutores, que la fuerza centrífuga elimina todo pensamiento innecesario, origen de una pérdida de valioso tiempo… Los años en la universidad se acortan, la disciplina se relaja, la filosofía, la historia y el lenguaje se abandonan, el idioma y su pronunciación son gradualmente descuidados. La vida es inmediata, el empleo cuenta, el placer lo domina todo después del trabajo…No hubo ningún dictado, ni declaración, ni censura, no. La tecnología, la explotación de las masas y la presión de las minorías produjeron el fenómeno… Cada hombre, la imagen de cualquier otro. Entonces todos son felices, porque no pueden establecerse diferencias ni comparaciones desfavorables…”

El texto está dividido en tres partes. La primera de ellas contiene las páginas más bellas y mejor escritas de la ciencia ficción. El proceso que se describe es ante todo una predicción, un adelanto sobre un futuro desesperanzador, deshumanizado, frío y cada más alejado; la velocidad y la superficialidad con la que se vive en las grandes ciudades parecen darle la razón. Por otro lado, hace referencias muy sutiles a aparatejos cargados de tecnología con los que la gente suple todo tipo de carencias espirituales y eso es notable porque, al igual que W. Gibson, se preocupa por cómo la tecnología modifica los cimientos de la sociedad; no es trivial, Bradbury escribió este celebre texto cuando la tecnología era incipiente, antes del boom de los setenta. Digamos que su libro es cercano a lo que posteriormente se conocería como ciberpunk.

El papel del Estado es secundario. Como Beatty señala, cuando la pereza mental imperó sobre cualquier otra manifestación humana sólo fueron necesarios algunos sencillos controles gubernamentales, principalmente mediáticos, para mantener el orden.

Personalmente creo que la segunda y tercera parte son muy inferiores a la inicial. Describir la trama con mayor profundidad no me interesa, pero el desarrollo posterior es un tanto romántico y ridículo. Es decir, encuentra a científicos, marginados de las ciudades, que han desarrollado un método para poder extraer de la mente lo que las personas han leído, las transforman en bibliotecas andantes y por ello su existencia vale mucho. Estos sujetos guardan sus conocimientos como tesoros y los trasmiten oralmente a su prole para que estos, a su vez, hagan lo mismo. Al final esperan hasta que haya tiempos mejores, a que acabe esta nueva y terrible edad media.